Nuestra actitud, la mejor lección para nuestros hijos.

Algunas veces me ha pasado que llegan padres de familia quejándose de la actitud de sus hijos, que están muy cansados y no saben qué hacer para que cambien su manera de ser o se vuelvan más tranquilos. Y la realidad es que la respuesta está y siempre estuvo en sus manos.

Quédate a leer esta entrada si te interesa saber un poco más sobre cómo nuestra actitud se convierte en el mejor ejemplo y lección para nuestros hijos.

¿Quién soy? Primero que nada, déjame decirte que yo soy una mujer que lleva 22 años dando conferencias por todo el mundo. Soy una abogada con especialidad en recursos humanos, tengo una maestría en Ecología Emocional, distintos diplomados en Psicología de la Felicidad, algunos en Inteligencia Emocional y en Programación Neurolingüística. Al día de hoy he escrito cuatro libros y una obra de teatro. Soy mamá de una princesa de cinco años (a veces también es un torbellino). Y bueno, pues…el gran reto de mi vida es que soy una mujer que nació sin brazos y desde bebé he tenido que despertar la creatividad y diseñar estrategias para no encontrar limitaciones y ver oportunidades en vez de obstáculos para  así poder lograr mis objetivos.

Gracias a este reto de vida he podido encontrar distintas herramientas que me han servido para el día a día y fue así como aprendí lo que estoy por compartirte.

Cuando entendí mi discapacidad le pregunté a mis papás por qué yo era así, tan diferente a los demás, a lo que ellos me contestaron con mucha paz y tranquilidad. Aún recuerdo bien esa serenidad con la que abordaron el tema, por lo que eso me inyectó mucha paz y tranquilidad al hablar sobre mi situación. Dije: bueno, si mis papás están así de pacíficos, entonces yo puedo salir adelante.

Más que darles el ejemplo con nuestras acciones, ¿por qué no hacerlo con nuestros sentimientos y  actitudes? Te has puesto a pensar, ¿cómo te sienten tus hijos a ti? Piénsalo.

Si te sienten normalmente estresado, de malas, preocupado o disperso, ellos van a vivir la vida así, porque esa es su normalidad y es lo que han aprendido por medio del ejemplo más importante de sus vidas.

¿Qué te parece si eres más amoroso, más paciente, más cariñoso? Si lo haces, eso será justamente lo que vas a empezar a transmitir a tus hijos y a la gente que te rodea y de esa manera, será como ellos va a comportarse con nosotros.

Recuerda que no debes hacer los cambios de un día para otro, puedes comenzar con cositas pequeñas que poco a poco irán haciendo la diferencia.

Una tarea fácil que puedes llevarte para esta semana es empezar a ser más cariñoso y poner más atención a lo que dicen. Dedicarles 5 minutos en la mañana para que te cuenten realmente cómo amanecieron y escúchalos con atención. Sólo eso.

Verás que con ese pequeño cambio y con el paso del tiempo comenzarán a seguir tu ejemplo y se convertirán en personas que se preocupen por los demás y en escuchar y ser escuchados.

No olvides que siempre perdurará nuestro comportamiento negativo sobre nuestras palabras. Así que analiza si lo mejor es regañarlos o comenzar a cambiar tu manera de comportarte con y frente a ellos.

Recuerda que tu opinión en los comentarios para mí es muy importante y sobre todo cuéntame si crees que te ha sido útil esto que aprendiste en estos párrafos.

 

¡Mucho éxito y hasta la próxima!

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